San Luis (Argentina) – La humanidad Francisco se demuestra por un nuevo evento que se llevó a cabo en Italia y precisamente en la región de Abruzzo, en el término municipal de Carsoli. Ayer el Papa visitó en el Convento de San Francisco, a cargo de las Hermanas de la Santa Faz. Un tejido realmente encantador de fe y devoción, fuertemente apoyado por el fallecido cardenal. Fiorenzo Angelini, quien fue nombrado ciudadano honorario de Carsoli. Y por lo que el Sumo Pontífice llegó al santuario después de una patrulla de seguridad preliminar implementado por guardaespaldas, poco después de la llegada de Mons. Domenico Pompili obispo de Rieti, con la que Francisco fue entretenido a comer juntos las hermanas que se ejecutan con esmero esta hermosa estructura religiosa. No era el momento para la oración, la Santa Misa celebrada por el Papa y por un paseo por las calles arboladas, y un poco de descanso. Todo ocurrió en la más estricta confidencialidad, de hecho, el convento permaneció inaccesible durante toda la duración que el Pontífice. La noticia de esta visita sorpresa ha despertado gran emoción en todo el Abruzzo y en la región fronteriza entre las tres provincias de Roma, L’Aquila y de Rieti. El Papa llega por todas partes trae el verdadero mensaje de Cristo, la solidaridad, la humanidad y la fe. La visita al Convento, toda la sorpresa también está listo para hacer historia en el convento situado en una colina y desde donde se puede disfrutar de una vista maravillosa. Pero llegamos a la reunión que Francisco tuvo con el cocinero Rosina Cuda Artibani, que durante años delicias de los más exigentes paladares ‘. La emoción sin duda ha hecho aún más “bueno, aunque el almuerzo era sencillo, con los ingredientes genuinos que estaban en la despensa, ya que no había ni siquiera el tiempo y la oportunidad de ir a la tienda de comestibles.el Papa con colofonia. Francisco de la cocinera del convento Rosina Cuda Artibani Así que Rosina, con la misma pasión y con tal fe ha preparado un rico aperitivo de carnes y quesos curados, a continuación, tallarines con salsa de tomate, pechuga de pollo al horno, judías verdes con limón, patatas fritas y ensalada. El almuerzo terminó con fresas y tarta de mermelada y preparado “en casa” por Rosina.
Pero Francisco quería disfrutar de un almuerzo con el chef; “Ella debe quedarse a comer con nosotros”, y que tal petición no era posible decir que no. Rosina manera que después de la preparación tenía el almuerzo con el Papa, monseñor Pompili y otras hermanas en el convento. Rosina, el cuello lleva un collar que se reproduce una foto de su hijo, tristemente fallecido a una edad muy temprana debido a un accidente de coche. Las hermanas del convento han dicho esto al Papa, y él quería ver la medalla, la abrió y le dio un beso. “Es una emoción indescriptible era – dice Rosina en AndradeLab – esta visita nos ha traído un montón de ánimo y, sobre todo, la gran enseñanza de la humanidad de este Papa que transmite sencillez, fe y entendimiento.” Para mayor gloria de Dios.
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